Ciertas formas de obesidad están asociadas con una mayor incidencia de enfermedades metabólicas y mayores tasas de mortalidad, y otras formas de obesidad tienen menores riesgos asociaciones a la salud (Pajunen et al., 2011).
Aunque la genética juega un papel importante en la moderación del lugar donde un individuo almacena grasa corporal (Bouchard, 1988), el exceso de tejido adiposo se puede almacenar como grasa visceral (en la cavidad visceral) o grasa subcutánea (debajo de la piel).
La grasa visceral muestra una mayor actividad hormonal, por lo que el exceso de adiposidad visceral no solo restringe la función de los órganos, sino que genera riesgos para la salud más importantes.
Asegúrate de comprender la diferencia entre estos dos tipos de grasas. Una manera fácil de pensar en esto, aunque no es una ciencia exacta, es pensar en el doughboy de Pillsbury. Su vientre se sacude, lo que significa que es más grasa subcutánea. Si el vientre fuera más firme/duro, es probable que contenga más grasa visceral.